Al mirarse las manos en aquel momento pensó para sí qué significarían las rayas que surcaban sus palmas. Siempre pensó que todo aquel que presumía de leer el futuro a través de cualquier sistema conocido era un embustero. No se pide dinero a cambio de un don. Tenían mucho de pícaros, mucho de psicólogos, mucha calle a sus espaldas para comprender el significado de cada gesto, de cada movimiento. Pensó jugársela a interpretarlas ella misma, sin intermediarios. La línea de la vida no era corta, tampoco larga. Por su intermitencia en el trazado le hablaba de periodos de muerte, o mejor respiración asistida, cual vegetal que no crece, no reverdece y sin embargo permanece anclado a su maceta apenas con un poco de riego. Como un cactus, así era su vida, pensó, chiquito y redondito, rodeado de espinas por si alguien se aventuraba a acercarse. Lleno de jugo en su interior pero guardado de todos y para todos. Pero la mano le hablaba de rebrotes bien marcados, como cuando nadie lo esperaba, ni siquiera ella misma, regalaba flores hermosas y perfectas. Sus momentos felices pensó. Y sonrió. Ser cactus tampoco era tan malo, yo, mi, me, conmigo para seguir realizando la fotosíntesis.
La línea de la cabeza era tan recta que se dijo a sí misma que a pesar de sus sueños, de sus fantasías y las mentiras que a veces se contaba para consolarse, no hacían más que poner de manifiesto que tenía siempre puestos los pies sobre la tierra. Tan pronto se abstraía del ruido y de las voces, para vivir momentos imaginarios en su burbuja de algodón como bastaba una simple sacudida de su pelo para volver a la realidad y encontrarse frente a un semáforo que aún no se había puesto en verde para cruzar.
La del amor...siempre consiguió lo que quería, si bien es cierto que nunca como quería. Quizá por esa predisposición innata a imaginar cómo sería y cuándo sería. Surgió o debo decir, surgieron, cuando menos lo esperaba y nunca, nunca como había lo había estructurado en su película interna. Y se daba a la improvisación sin más remedio que dejar que pasara. Y terminaba pasando. Terminaba.
Volvió a mirarse las manos satisfecha de su interpretación. Nadie le había mentido con el cuento del Príncipe Azul y eso le reconfortó acurrucándose entre los brazos de su sillón. Y al frotárselas, comprobó al momento que no les vendría nada mal un masaje con crema hidratante.
15 comentarios:
Hola de nuevo...! interesante lo de la lectura de manos, a mi me leyó una vez un hindú sin cobrarme y me dijo que tendría una vida larga, mucho dinero y varios hijos... la verdad es que aun no he visto un duro... jajaja bicos
Yo sé leer las manos, pero no me dedico a ello porque mi popularidad científica se podría ver resentida jaja, algún día hablaré de mi tiempo juvenil en el lado oscuro jjj
La verdad que bueno, muy fiable, como que no es. Y acertar se acierta, más por psicología que por las rayas.
En fin.
Que te respondo, que es verdad que tenemos que quedar los bloggeros. A ver si organizamos algo, o nos encontramos en algún sitioo.
Alfs.
Pues a mi no me ha leído nunca nadie las manos...y yo no tengo ni idea...jjajjaj
Ha sido una interpretación mía que no sé si tiene siquiera que ver con la que haría alguien entendido en la materio...
Alfonso, las manos de la foto son mi mano derecha..si ves algo me lo cuentas jjajajj...
Y claro que si, podemos quedar y debemos quedar...
justamente esta semana quería yo que me lean las manos, :)
Ahora mejor les saco una fotocopia y se las mando a alfonso y hasta me sale más barato jajajaja...
besos!!
Buena idea Guita jjajaj....
yo no creo en nada de eso,ni quiromancia, ni brujas, ni nada, tal vez porque me da respeto no quiero saber mi futuro ni que nadie que no conozca me cuente mi pasado.
Biquiños
Dado el conocimiento que tiene Guita de ganar dinero a través de internet, y mis facultades para leer las manos, podríamos fundar un consorcio: Lectura de manos intercontinental: Conozca su futuro en España y pague por Perú.
Y cada cinco horas, que Laura publique en su blog: yo he ido , y ma certao, ma certao...
Seguro que alguien cae :-P
Eso está muy bien Alfonso, me apunto jjajaj...en tiempos de crisis como los que vivimos, todo este tipo de "adivinadores" son los que mejor se lo montan.
A por ese consorcio, si señor...
pues finalmente cayeron en mis redes.... ¡socios! que en dos minutos me armo un sitio web y con esa foto de alfonso así en blanco y negro le pongo un turbante y ¡¡al estrellato!! jajaja
jajjaja...pero mira que teneis arte....jjajajj... yo te dejo la foto de las manos si la quieres también....jjajajajj...
Hoy llueve en Jerez, está el día gris y ha comenzado a hacer un poquito de frío...es decir, ¡¡¡un día precioso!!!!
me encanta la lluvia y el friecito, aquí está igual gracias a Dios :)
essato, tu foto está como para portada... y también anda escribiendo tu testimonio jajaja
Habemus negocio!!!!!
jajjajjajajj
Leer las manos, los posos de café, la bola de cristal... todas formas de conocer el futuro. Es decir, evitar la angustia que nos produce no saber lo que nos va a pasar. Cada uno tiene su sistema.
Sláinte.
yo, más que saber mi futuro, Auggie, prefiero soñarlo...imaginar situaciones, inventarme historias conmigo misma y con quien me rodea...a veces, como dice Alfonso, hasta acierto.
yo también Laura, prefiero soñar con mi futuro. Y mira, ahora mismo,creo que ni en el mejor de mis sueños. El domingo una señora me ofreció ramita de romero y la rechacé a ver si me va a traer mal fario. Besos
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