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Soy una perra mestiza. No creo en las razas, si en las especies. Y en las especias...porque yo soy especial.

viernes, 7 de agosto de 2009

Pobre de mi




Era un triste. Tan triste que aún cuando era feliz parecía un triste. Daba pena verle. Por eso, cuando le conocías sentías el deseo irrefrenable de protegerle de tanta desolación que le embargaba.
Tendíamos a envolverle, a salvarle de los males del mundo. Como si se tratara de nuestro hijo. Un hijo que hemos encontrado abandonado junto a los cubos de basura de la ciudad. Un hijo ya hecho y derecho, aunque por su aspecto pareciera que siempre le faltara un hervor. Menudillo y frágil, como desamparado.
Era un todo de tristeza preestablecida o predestinada, vaya uno a saber.
Y a pesar de su soledad, jamás estaba solo. Jamás tomaba decisiones propias, siempre provenían de los consejos bien o mal intencionados de sus satélites protectores. Era un planeta baldío en medio de un universo continuamente cambiante.
Entonces ocurría que nos cansábamos de tanta lágrima. Ocurría que decidíamos, no sin un pequeño sentimiento de culpabilidad, que ya era hora de dejarle en libertad. Aunque él pretendiera seguir siendo un esclavo del destino que le había tocado vivir (léase con ironía por favor, olvide que provoca lástima). Porque visto desde fuera, nadie, en su sano juicio pensaría que era un desgraciado. Las mejores mujeres, los mejores viajes, los mejores amigos, incluso yo diría que hasta la mejor familia. Pero nada de eso parecía aliviarle de su eterno sufrimiento.
Nacido para ser un triste.
Hay quien nace para ser feliz y da igual que le falten las piernas. Caminan siempre por la vida con una sonrisa contagiosa.
Ahí está la clave, en el contagio. Su tristeza infinita terminaba por cansarte, con un agotamiento diferente a cualquier otro producido. Porque no se puede estar eternamente triste.
Pero él, invariablemente y sin sentido, era un triste. Tan triste que aún cuando era feliz, parecía un triste.

20 comentarios:

Arantza G. dijo...

Hay quien es incapaz de poner una sonrisa.
El victimismo es su credencial.
Pobres....
Un beso

Laura dijo...

¿Verdad que si Arantza? Me ponen mala!!! con lo que a mi me gusta reirme jjajajj

Camaleona dijo...

Los tristes son egoístas, los alegres generosos.

Laura dijo...

Tan cierto como que es cierto Camaleona...solo quieren autocomplacerse en sus penas...qué aburríos!!!

Liliana G. dijo...

¡Una genialidad Laura! Conozco personas así, lo has descripto maravillosamente. Son esas cosas que uno intenta explicarse pero nunca termina de hacerlo.

Un beso inmenso, amiga.

Laura dijo...

Liliana, yo también conozco y siempre me pregunto si será un cromosoma estropeado o algo....jajajaaaa

Anónimo dijo...

Si los hay si... conozco a personas que por cojones tienen que ser victimas de TODO... lo malo no es eso... lo MALO es... que ni viven ni dejan VIVIR.... te lo juro por "popa" ....

jajajajajajajajajajajaja

Me ha encantado esta entrada... como todas las tuyas... con ese aire periodistico... ¡que no se puede aguantar de arte!!!!


El tito Juan
Vivir

¡no se porque no me ha salido aqui mi referencia! Internet tb se equivoca? jajajajajajaja

Laura dijo...

Digo Tito, así es, muy al contrario de tu lema, que me encanta, que dice VIVE Y DEJA VIVIR...

~ R ~ dijo...

Puede, mi Señora, que simplemente,... fuera una pose,... y que, realmente, no era tan triste,... solo eraun truco para sentirse acompañado y feliz.

Expresiones cansadas varias.

Laura dijo...

Pues qué jartura de pose Mi Capitán...jjajjaj

Moncho López dijo...

Lo único triste es que no sepan mostrarse de otra forma para retenerte a su lado. Son personalidades manipuladoras que pueden amargarte la existencia. Que no te amargen la existencia, que son dos días.
Feliz regreso.
Un beso.

Laura dijo...

No Moncho, tranquilo...jjajajj... a mi ya es muy difícil que los pamplinas me amarguen la existencia jjajj...

Alfonso Saborido dijo...

Yo me he llevado un tiempo amargado por un triste, que me llegó a crear sentimiento de culpa y miedo a que se suicidara.
Luego por casualidad, me entero, de que hace lo mismo con varios amigos míos.
La mísma historia.
De profesión, triste.
Paso ya, de verdad... con lo que me gusta unas risas. Será que desde que pasé los 40 y de tanto usar la papelera de windows, todo lo que no me gusta, lo tiro :)

P.D. Anda que la palabra clave que me pide para escribir el comentario 'colita' jajajajaj, no comments

Arwen dijo...

Si la verdad es que hay personas que las miras y se te cae el alma al suelo...madre mia que mirada mas triste, pero bueno de todo hay en este mundo...y si se quieren quedar en su tristeza no hay nada que hacer...que les den mi niña jejejje
besitossss y muy buena entradaaa!!

Laura dijo...

Alfonso....jajjaj ¿colita? jjajja
Yo también paso de los tristes de profesión, distinto es en casos puntuales cuando algún amigo está triste, que es muy distinto, entonces voy a saco para intentar que salga de ese estado. Yo también estoy triste a veces, pero no, aquí me refería, como tú dices a esos que ejercen la tristeza como seña de identidad.
Un beso cielo.

Laura dijo...

Arwen, exacto, que les den dos duros jjajjaj... y ya estamos siendo generosas jjajja...
Otro beso para ti.

Maripaz dijo...

Laura, describes a esas personas manipuladoras de la amistad, estupendamente... con lo bonita que és la alegria!!

No soporto a las personas "lúto"

Otra cosa distinta és la tristeza ocasionál, o el dolor que trae la vida misma.

Un beso preciosa

Laura dijo...

Claro que si,Mari Paz, la risa contínua también nos puede llevar a un estado de idiotez que no nos permita valorar ni los buenos, ni los malos momentos...
Un beso, preciosa.

Unknown dijo...

el secreto está en la ACTITUD ante la vida! es lo que dices tú, hay a quien le faltan las piernas y camina por la vida felizmente y hay quien lo tiene todo y se siente desdichado...

Muy buena entrada, Laurita! Felicitaciones.

Besos. Angie.

PD: he vuelto a mi blog y los blogs amigos por dos semanas, asi que te espero (felizmente, jejeje) en mi mundo! :D

Laura dijo...

Angie, pues allá que me voy a darte un saludito...y es que, como tú dices, la actitud es lo que cuenta... y a mi me encanta la tuya.
Un beso chula!