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Soy una perra mestiza. No creo en las razas, si en las especies. Y en las especias...porque yo soy especial.

martes, 20 de enero de 2009

San Antón




Cuando nací no sabía que era perro. Poco a poco, a medida que vas creciendo en un ambiente o en otro te vas dando cuenta de tu condición. En mi caso, los que vivían a mi alrededor caminaban a dos patas mientras que yo lo hacía a cuatro. Ellos no tenían rabo, yo si. Ellos sonreían, yo lo movía cuando estaba contento. No necesito las manos para comer, mi familia incluso hace uso de unos utensilios que llaman cubiertos. He observado, cuando salimos a la calle, que no se huelen entre si y no entiendo cómo pueden llegar a conocerse, ni saber las intenciones de los otros. Respondo al nombre de Bruno. Cada uno en la manada tiene un nombre al que responder y he aprendido a saber quién es quien por ese apelativo singular y único. Cuando alguien se acerca a ellos ladro y los demás piensan que soy una amenaza cuando lo único que les estoy diciendo es que pertenezco a ese grupo y que si quieren unirse a nosotros tan solo tienen que seguir nuestras rutinas y costumbres. Los humanos no me entienden, ya he descubierto eso también. La última en llegar a casa ha sido Laura, es muy ingenua porque aún es pequeña y tiene mucho que descubrir. Ella si sabía que era perra cuando llegó, pero no se fija en bobadas como lo de andar solo con dos patas o no mover el rabo. Siempre está a la expectativa para conocer cosas nuevas. Si, se nota que es muy joven aún.
Si algo he descubierto de los animales de dos patas, de los humanos, es que en todo momento viven alerta. No solo no se huelen cuando pasean por las calles los unos y los otros, sino que es como si se esquivaran. Pienso que no quieren conocerse, ni saber las intenciones de los otros porque en realidad caminan con miedo. No saben marcar su territorio y así, con el paso del tiempo se dan cuenta que no tienen nada propio, un hogar que tenga su olor impregnado en cada rincón de su casa. Como no tienen rabo y les cuesta sonreír, andan como si le hubiesen metido un palo por el culo de tan enervados y tensos. Se preocupan por todo en lugar de ocuparse de lo suyo. No valoran recoger una pelota una y mil veces por el puro placer de empezar de nuevo en un juego infinito. Porque han olvidado jugar. En casa aún no lo han olvidado. Es frecuente verles a cuatro patas emitiendo gruñidos que simulan a los nuestros.
Cuando nacieron no sabían que eran perros.

10 comentarios:

Arantza G. dijo...

Creo que tiene razón cuando dice que los humanos se han olvidado de jugar.
Los parques infantiles se están quedando desiertos porque los niños no saben jugar.
Un beso.

Mónica dijo...

sinceras reflexiones y simpática foto. Un abrazo y feliz dia

Maripaz dijo...

Cuanta razon tienes ...los humanos tenemos muchas cosas que apreder de vosotros ...

Oye, en foto, estas guapisimo ...

Te mando un beso de Laika y Leti

Arwen dijo...

Divertida entrada..me ha gustado mucho, esa visión que teneis de los humanos..muy acertada...tendremos que aprender otra vez a olernos...digo a conocernos y no esquivarnos...besitos

Anónimo dijo...

Querido Bruno,

Te garantizo que hoy por hoy me fio más de los animales de 4 patas que de los de 2. Si los perros hablaran...

Ecasper dijo...

Qué sabio, Bruno.
Joey ya tiene dos años y aún cree que los coches tienen el deber de pararse si alguien cruza (cuando le da la gana, claro). ¿Los semáforos? Un árbol más (feo).
Joey sabe hablarle a mi padre. Y mi padre a él.

Un regalito para Laura:

http://uk.youtube.com/watch?v=6ERj6Fxj_GE

Alfonso Saborido dijo...

No sólo los humanos no nos olemos, sino que nos enmascaramos nuestros olores, mentimos con colonias y perfúmenes, confundimos la limpieza con nuestro propio yo, y nos vestimos para esconder la verguenza, hasta perdimos el pelo por eso...

Gu1ta dijo...

Bruno... qué sabio eres..

besos

VIVIR dijo...

Laurita... genial... como siempre...

Te concedo el premio, que recojeras en mi blog...

¡Blog de Oro!!!

Un beso

eva dijo...

muchas felicidades :) cuantas cosas tenmos los humanos que aprender, besitos